En el país de las eléctricas, donde muy poca gente es capaz
de leer correctamente una factura eléctrica, ha entrado con fuerza un tipo de biocombustible que promete
cambiar las reglas para siempre, ofreciendo una estupenda efectividad a un
precio notablemente inferior a sus competidores. Se trata de la biomasa.
¿En qué consiste? Se trata básicamente de unos pequeños
conglomerados de aproximadamente dos o tres centímetros de tamaño que reciben
el nombre de ‘pellets’. Normalmente
se utiliza como material el serrín prensado de madera, aunque es posible
encontrar otras alternativas, como por ejemplo el hueso de aceituna.
En los últimos tiempos se ha convertido en una alternativa
realmente eficaz y ecológica a la hora de obtener energía térmica. Además, también
resulta tremendamente económica para el consumidor final.
Para la AsociaciónEspañola de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), el despegue de
esta clase de combustible comenzó “hace dos inviernos”, disfrutando en este
tiempo de un aumento de demanda espectacular, pasando de “75.000 toneladas
hasta las 200.000”. Además, hay que añadir otras 100.000 más que se dedican en
exclusiva a las exportaciones fuera de nuestras fronteras.
Según la gran mayoría de productores, el futuro cercano es
realmente alentador. Así, para el año 2020 se espera que la demanda de pellets
en España pueda alcanzar el millón de toneladas. Esto implicaría necesariamente
el aumento también de productores dedicados a satisfacer el mercado.
Así, en el año 2011 apenas “había cuatro empresas en
territorio nacional que se dedicaran a esta actividad. En 2016 eran ya 14 y
para este próximo invierno están en proceso de certificación otras dos o tres”,
explica Pablo Rodero, responsable de calidad de biocombustibles de la
Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom).
El hecho de que a
nuestro país llegara el ‘boom’ de los pellets era cuestión de tiempo, ya
que la biomasa es una alternativa muy utilizada en países vecinos del entorno
europeo. En comparación con los vecinos comunitarios, España todavía está uno o
dos pasos por detrás de Francia o Italia.
Si existe algún problema en este sector en plena expansión
es el de los precios, ya que se han disparado en los últimos tiempos. Así, la
materia prima se ha llegado a encarecer considerablemente en los últimos meses,
pese a que el consumidor final solo ha percibido un aumento de entre el 6 y el
10%.
Pese a todo, la utilización de pellets supone un coste de
5,6 céntimos por kilovatio, muy inferior a la de por ejemplo el gas que alcanza
los 9 o los 16 de la electricidad.