lunes, 2 de diciembre de 2019

Ahorros que no cuestan

Ahorrar energía en el hogar no siempre exige una inversión previa. A veces basta con cambiar pequeños hábitos e informarse de los consumos energéticos y las condiciones óptimas de uso de los electrodomésticos que instalamos en casa. La Guía práctica de la energía del Instituto para la diversificación y Ahorro de la Energía en empresas y hogares (IDAE) da algunas recomendaciones:
  • Subir las persianas durante las horas de sol y cerrarlas durante la noche. La luz y el calor solar son gratis.
  • Apagar las luces al salir de una habitación.
  • Bajar uno o dos grados el termostato de la calefacción, y cuatro o cinco si se va a estar más de una hora fuera de casa. Cada grado que se aumenta la temperatura supone un 7% más de gasto. Una temperatura de 19°–21° durante el día y de entre 15° y 18° durante la noche es suficiente para sentirse confortable.
  • Sustituir el aire acondicionado por un ventilador para aliviar entre dos y tres grados la temperatura. Elevar algún grado el termostato del aire acondicionado. Fijarlo en 24° puede ser suficiente para no pasar calor.

  • Utilizar al máximo la carga de la lavadora y lavar en frío. Más del 80% de su consumo de energía es para calentar el agua.
  • Usar algún tipo de monitor de consumo eléctrico para evaluar nuestro gasto y valorar donde podemos mejorarlo.
  • Aprovechar el calor del sol para secar la ropa y usar la secadora sólo en caso de emergencia. Centrifugar gasta menos que la secadora.
  • Apagar el horno antes de que finalice la cocción para aprovechar el calor acumulado.
  • Desconectar la plancha, la tostadora u otros pequeños electrodomésticos mientras no se utilizan. Usar la plancha cuando haya acumulada bastante ropa para aprovechar el calentamiento.
  • Apagar el interruptor de la televisión, el vídeo, el amplificador de antena, etcétera. Con un ladrón de base múltiple con interruptor se pueden desconectar todos a la vez y ahorrar ¡hasta 40 euros anuales!
  • Apagar el ordenador si se va a estar más de 30 minutos sin utilizar. Si no se quiere tener que esperar su reinicio, se puede apagar al menos la pantalla para que consuma menos.
  • Utilizar un salvapantallas negro consume menos energía que disponer de uno en color.
  • Usar el microondas en lugar del horno. Ahorra entre un 60% y un 70% de energía.
  • Taparlas ollas al cocinar y utilizar siempre que se pueda ollas rápidas de presión.
  • No derrochar agua, porque las bombas que permiten que llegue hasta el hogar consumen electricidad.
  • Elegir el electrodoméstico del tamaño que se adecúe a nuestras necesidades; ni más grandes ni de mayor potencia de la estrictamente necesaria.
  • Limpiar con frecuencia las lámparas y las bombillas para aprovechar mejor la luminosidad.
  • Purgar periódicamente los radiadores y no cubrirlos con ropa ni objetos que impidan la salida de calor.
  • Reducir a 10 minutos la ventilación de las habitaciones en invierno. Y, en verano, ventilar en las horas más frescas.
  • Cerrar el tiro de la chimenea cuando no se esté utilizando.
  • Ajustar la potencia eléctrica contratada a la que vamos a utilizar habitualmente. No es necesario poder conectar todos los electrodomésticos a la vez.
  • Revisar el consumo realizado en la factura de la compañía eléctrica.